08/V APARICIÓN DEL ARCÁNGEL SAN MIGUEL

08 de Mayo

APARICIÓN DEL ARCÁNGEL SAN MIGUEL

 Mirad que no despreciéis a ninguno de estos
pequeñitos, porque os digo que sus ángeles en los
cielos están siempre viendo la cara de mi Padre celestial.

(Mateo, 18, 10).

   San Miguel es honrado como protector especial de la Iglesia contra los ataques del demonio. La fiesta de hoy fue instituida en memoria de una aparición del santo Arcángel en el monte Gárgano, en el reino de Nápoles. Indicó el Arcángel, al obispo de Siponto, la existencia en ese lugar de una gruta en forma de iglesia, diciéndole que ese lugar debía ser consagrado al culto de Dios y de sus Ángeles. Rodeado de numerosa concurrencia el obispo celebró misa en la gruta, que llegó a ser un centro de peregrinación, ilustre por gran número de milagros.

MEDITACIÓN
SOBRE LA IMITACIÓN
DE LOS ÁNGELES

 I. Los ángeles siempre están prestos a ejecutar las órdenes de Dios. Tengan éxito o no en lo que hacen, siempre están contentos, porque en todo se con forman con la voluntad de Dios. ¿No serías feliz si en todo tuvieras en vista esta santa voluntad? No te inquietarías por el resultado de tus empresas, pues no depende de ti hacer que las corone el éxito, sino de Dios que todo ordena según su agrado.
   
II. Mantiénense los ángeles en una pureza admirable en medio de la corrupción del mundo. Esta pureza que tienen por naturaleza, tú podrías poseerla por virtud si, por ejemplo, piensas continuamente en la presencia de Dios, y si evitas las ocasiones peligrosas toda vez que no te obligue a exponerte a ellas la gloria de Dios y la salvación del prójimo. Pídele a tu Ángel custodio que te enseñe estos dos modos de conservar la pureza.
   
III. Los ángeles se ocupan tanto de los pecado res como de los justos, de los pobres como de los ricos. Vosotros apóstoles, vosotros cristianos, todos debéis amar igualmente a todos los hombres; debéis velar por la salvación de vuestro prójimo, sea quien fuere. No aborrezcas al pecador, es una creatura hecha a imagen de Dios; trabaja en su conversión sin desanimarte jamás; en una palabra, compórtate con tu prójimo como tu bondadoso Ángel lo hace contigo. Dios se hizo hombre a fin de que el hombre llegara a ser como un ángel. (San Agustín).

La devoción a los santos Ángeles
Orad por la paz
entre los cristianos.

ORACIÓN
   Oh Dios, que regís con orden admirable los ministerios de los Ángeles y de los hombres, haced, en vuestra bondad, que durante esta vida seamos protegidos por aquellos que en el cielo os ofrecen sin cesar el homenaje de sus servicios. Por J. C. N. S. Amén.

*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

07/V SAN ESTANISLAO, Obispo y Mártir

07 de Mayo

SAN ESTANISLAO, Obispo y Mártir


  Va a venir tiempo en que quien os matare se persuada
hacer un obsequio a Dios.

(Juan, 16, 2).

   San Estanislao, obispo de Cracovia, reprendió valientemente al rey Boleslao por su mala vida. Este príncipe, para vengarse, sobornó a dos falsos testigos y los hizo declarar que el santo poseía un terreno que no le pertenecía. San Estanislao resucitó a quien se lo había vendido, y con este testimonio irrecusable confundió a sus acusadores. Este milagro no convirtió a Boleslao; irritado éste porque el santo lo había excomulgado, le dio muerte con sus propias manos en momentos en que celebraba el Santo Sacrificio de la misa. Sucedió en 1079.

MEDITACIÓN
SOBRE LOS PELIGROS
QUE SE HALLAN EN EL MUNDO

I. Ese hombre a quien San Estanislao resucitara, prefirió morir nuevamente volviendo al purgatorio antes que vivir entre tantas ocasiones de condenarse. Y, en verdad, tenía razón, pues hay peligro de condenarse en todas las edades y en todas las condiciones. ¿Cuál es tu edad, cuál es tu condición? ¿En qué estado de vida te alistaste? Ten cuidado con los peligros que te amenazan. Si aún estás libre de todo compromiso, elige el género de vida más seguro y más libre de las ocasiones de ofender a Dios.
   
II. No hay sitio en este mundo donde no se pueda ofender a Dios. Adán pecó en el paraíso terrenal, y los ángeles pecaron en el cielo. Se ofende a Dios en los poblados, en la soledad, en las cabañas de los pastores, en los palacios de los magnates, en las iglesias y en las casas consagradas a Dios. En todas partes encuéntrase al demonio, en todas partes se llevan sus cadenas. Y nos holgamos en este camino en el que estamos siempre expuestos a caer en el precipicio; en este mar, en el que somos incesantemente azotados por la tempestad, sin saber a qué puerto arribaremos, ni en qué escollo naufragaremos.
   
III. Para estar seguro entre tantos peligros, apártate de la multitud, gusta de la soledad: es el ambiente de la virtud. Si no puedes llegar a tanto, frecuenta a los hombres lo menos posible, y acuérdate que Dios está en todas partes. Si quieres cometer pecados busca un lugar en donde no te pueda ver Dios, y haz entonces lo que quieras. (San Agustín).

La huida del pecado
Orad por por las
almas del purgatorio.

ORACIÓN
   Oh Dios, en cuyo honor sucumbió el glorioso obispo Estanislao bajo la espada de un impío, haced, , os lo suplicamos, que todos los que imploren su socorro consigan el saludable efecto de su pedido. Por J. C. N. S. Amén.
  

*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

06/V SAN JUAN FRENTE A LA PUERTA LATINA

06 de Mayo

SAN JUAN FRENTE A LA PUERTA LATINA

Mi cáliz sí que lo beberéis; pero el asiento a mi diestra
o siniestra no me toca concederlo a vosotros, sino
que será para aquellos a quienes ha destinado mi Padre.

(Mateo, 20,23).
 
   Estas palabras de Jesucristo anunciando al discípulo muy amado que bebería, también él, el cáliz de dolor, cumpliéronse cuando Domiciano lo hizo venir de Éfeso a Roma para martirizarlo. Fue llevado fuera de la ciudad, frente a la puerta llamada Latina, y se lo sumergió en una caldera llena de aceite hirviendo; pero salió el santo de ella como de un baño refrescante, más fuerte y vigoroso de lo que entrara. Domiciano desterró al santo Apóstol a la isla de Patmos, donde compuso el Apocalipsis.

MEDITACIÓN
SOBRE LA LEGÍTIMA
Y SANTA AMBICIÓN

I. No busques los honores y las dignidades de este mundo, son pesadas cargas que abrumarán tu flaqueza. Huye de esos honores; no viniste a este mundo para mandar a los hombres, sino para obedecer a Dios. La cuenta que deberás rendir por ti mismo es ya bastante pesada, no te recargues sin necesidad con el alma de tu prójimo. Con todo, si Dios te llama a esas dignidades, obedece; Él te dará las gracias necesarias para llevar la carga que te haya puesto sobre los hombros.
   
II. Tu ambición debe limitarse a desear los primeros lugares en el cielo e imitar, en la medida de tus fuerzas, a los santos más grandes del paraíso. No digas con algunos cristianos cobardes: "Bastante es para mí si Dios quiere colocarme en el pórtico del paraíso"; aspira a la más alta perfección que puedas. No podrás amar a Dios y al prójimo con exceso; nunca se harán demasiados esfuerzos para llegar al cielo. Alma cristiana, eleva tus pensamientos, la tierra no es digna de ti. El mundo no está hecho para ti, no ames, pues, al mundo; no es digno de ti, vales mucho más. (San Bernardo).
   
III. Ardientemente desea sufrir por Jesucristo, beber su cáliz, ser humillado como Él: es un honor que puedes perseguir ardorosamente con toda intrepidez. Si conocieses las recompensas que están preparadas para las humillaciones y los sufrimientos, los buscarías con más ahínco que el que ponen los ambiciosos para conseguir las posiciones más brillantes. Fue un honor el que hizo Jesús a su discípulo predilecto, haciéndole beber del cáliz en que había bebido Él mismo.

El amor a los sufrimientos
Orad por la conversión de los infieles.

ORACIÓN
   Oh Dios, que veis cuán turbados estamos por los males que nos rodean por todas partes, haced que seamos protegidos por la gloriosa intercesión de vuestro Apóstol y Evangelista San Juan. Por J. C. N. S. Amén.

QUINTO DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA

MISA DEL QUINTO DOMINGO DESPUÉS DE PASCUA

(Doble - Ornamentos blancos)

   Los misterios de Pascua y la Ascensión son dos temas que aparecen íntimamente unidos en la liturgia de hoy. Unos días más, y el tiempo pascual, en el más riguroso sentido de la palabra, habrá concluido. En el Introito de la Misa sigue dominando el claro júbilo pascual. No nos cansamos de ensalzar al Señor por las grandezas que ha obrado en nosotros, al redimir nuestras almas. Pero nuestro canto no basta; tenemos que comprender la grandeza de nuestro estado de cristianos y debemos vivir de acuerdo con él (Oración). Como un espejo, debemos tenerlo constantemente delante de nosotros, para reproducir en todo momento los rasgos de heroísmo y de virtud que él nos imprime (Epístola). Aquí está la piedra de toque de la verdadera fe. ¡Amor al prójimo y ruptura con el mundo, con el pecado! Cristo nos da el ejemplo en el Evangelio del día. Nos anuncia que se va al Padre; pero no va a vivir y a gozar sólo para Sí. Quiere ser allí nuestro Mediador; quiere que le presentemos nuestras necesidades y que le pidamos el remedio de ellas. No olvidemos que dentro de unos momentos se va a presentar entre nosotros en el altar.

IntroitoPs. 48, 20
 INTROITUS Ps. 48, 20 -  Vocem jucunditátis annuntiáte, et audiátur, allelúja: annuntiáte usque ad extrémum terræ: liberávit Dóminus pópulum suum, allelúja, allelúja. Ps. 65, 1-2  Jubiláte Deo, omnis terra, psalmum dicite nómini ejus: date glóriam laudi ejus. Glória Patri.   Introito - Con voz de júbilo, anunciad y haced saber esta nueva, aleluya. Llevad la hasta los últimos confines de la tierra, y decid: El Señor redimió a su pueblo, aleluya, aleluya." Que toda la tierra cante alegre a Dios; Cantad salmos a su Nombre ; dadle gloria alabanzas. Gloria al Padre, etc.
Oración-Colecta
  ORATIO - Deus, a quo bona cuncta procédunt, largíre supplícibus tuis: ut cogitémus, te inspiránte, quæ recta sunt; et, te gubernánte, éadem faciámus. Per Dóminum nostrum.   R. Amen       Oh Dios, de quien todos los bienes proceden: suplicámoste humildemente, te dignes inspirar nos santos pensamientos, y nos los hagas poner por obra, con el auxilio de tu gracia(1). Por Nuestro Señor. etc.   R. Amen.
Epístola
   Todo lo bueno nos viene de Dios y a Él se lo debemos pedir, y en especial le debemos pedir la gracia de obrar siempre en consonancia con nuestra fe, ya que la fe sola, sin las obras no puede salvarnos; Por más que en tiempo de los Apóstoles lo enseñaran algunos gnósticos y ahora lo enseñen los protestantes y prácticamente lo confiesen muchos católicos tibios.
   Léctio Epístolæ beáti Jacóbi Apóstoli. Jac. 1, 22-27   Caríssimi: Estote factores verbi, et non auditóres tantum: falléntes vosmetípsos. Quia si quis audítor est verbi, et non factor: hic comparábitur viro consideránti vultum nativitátis suæ in spéculo: considerávit enim se, et ábiit, et statim oblítus est, qualis fúerit. Qui autem perspéxerit in legem perféctam libertátis, et permánserit in ea, non audítor obliviósus factus, sed factor óperis: hic beátus in facto suo erit. Si quis autem putat se religiósum esse, non refrénans linguam suam, sed sedúcens cor suum, hujus vana est relígio. Relígio munda, et immaculáta apud Deum et Patrem, hæc est: Visitáre pupíllos, et víduas in tribulatióne eórum, et immaculátum se custodíre ab hoc sǽculo.   Carísimos: Poned en práctica la palabra divina, y no os contentéis con oírla, engañándoos a vosotros mismos. Porque el que se contenta con oír la palabra de Dios y no la practica, parécese al hombre que contempla en un espejo su rostro nativo; y que, luego de mirarse, se va y se olvida al punto de cómo es. Mas, quien contemplare atentamente la ley de la perfecta libertad, y perseverare en ella, no haciéndose oyente olvidadizo, sino ejecutor de la obra, éste será por su hecho bienaventurado. y si alguno se precia de tener religión, sin refrenar su lengua, engaña su corazón, y la religión suya es vana. La religión pura y sin mácula delante de Dios Padre, consiste en visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y en preservarse de la corrupción de este siglo.. 
Salmodia
   Allelúja, allelúja. Resurréxit Christus, et illúxit nobis, quos redémit in sánguine suo. Allelúja. Joann. 16, 28 - Exívi a Patre, et veni in mundum: íterum relínquo mundum, et vado ad Patrem. Allelúja.   Aleluya, aleluya. Cristo resucitó, y se apareció a nosotros, a quienes redimió con su Sangre. Aleluya. Salí del Padre, y  vine al mundo. Ahora dejo el mundo, y vuelvo al Padre. Aleluya. 
Evangelio
   Antes de marcharse definitivamente al Cielo, de donde ha venido, Jesús da a sus discípulos, y a nosotros por ellos, algunas normas sobre sus relaciones filiales con el Padre Celestial, sobre todo en lo tocante a las peticiones.
 U Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem. Joann. 16, 23-30
   In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: Amen, amen dico vobis: si quid petiéritis Patrem in nómine meo, dabit vobis. Usque modo non petístis quidquam in nómine meo: Pétite, et accipiétis, ut gáudium vestrum sit plenum. Hæc in provérbiis locútus sum vobis. Venit hora, cum jam non in provérbiis loquar vobis, sed palam de Patre annuntiábo vobis. In illo die in nómine meo pétitis: et non dico vobis, quia ego rogábo Patrem de vobis: ipse enim Pater amat vos, quia vos me amátis, et credidístis, quia ego a Deo exivi. Exívi a Patre, et veni in mundum: íterum relínquo mundum, et vado ad Patrem. Dicunt ei discípuli ejus: Ecce nunc palam lóqueris, et provérbium nullum dicis. Nunc scimus, quia scis ómnia, et non opus est tibi, ut quis te intérroget: in hoc crédimus, quia a Deo exísti.
Credo.
     Continuación del Santo Evangelio según San Juan (16,, 23-30) - En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: En verdad, en verdad os digo: que si algo pidiereis al Padre, en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora, nada le habéis pedido en mi nombre(2). Pedid y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo. Estas cosas os he dicho usando de comparaciones. Va llegando el tiempo en que ya no os hablaré con parábolas, sino que abiertamente os anunciaré las cosas de mi Padre. . Entonces le pediréis en mi Nombre, y no os digo que rogaré al Padre por vosotros, pues el mismo Padre os ama, porque vosotros me amasteis y habéis creído que yo salí de Dios. Salí del Padre, y vine al mundo: otra vez dejo el mundo, y voy al Padre. Dícenle sus discípulos: "Ahora, sí que hablas claro, y no dices ningún enigma. Ahora conocemos que sabes todas las cosas, y no es preciso que nadie te pregunte. En esto creemos que has salido de Dios. Credo.   
    OFFERTORIUM - Ps. 65, 8-9 et 20   Benedícite, gentes, Dóminum Deum nostrum, et obaudíte vocem laudis ejus: qui pósuit ánimam meam ad vitam, et non dedit commovéri pedes meos: benedíctus Dóminus, qui non amóvit deprecatiónem meam, et misericórdiam suam a me, allelúja.   Ofertorio -  Bendecid, naciones, al Señor Dios nuestro, y haced que se oiga la voz de su alabanza. El ha dirigido mi alma por los senderos de la vida, y ha preservado mis pies de todo desliz; bendito el Señor, que no rechazó mi oración, y no apartó de mí su misericordia, aleluya.
Oración-Secreta
   Súscipe, Domine, fidélium preces cum oblatiónibus hostiárum: ut, per hæc piæ devotiónis offícia, cæléstem glóriam transeámus. Per Dóminum.  Recibe, Señor, las oraciones de los fieles, con la oblación de las hostias(3), a fin de que pasemos a la gloria celestial, por medio de estos piadosos testimonios de nuestra devoción. Por Nuestro Señor, etc.   
Prefacio propio de Pascua
      Vere dignum et justum est, aequum et salutare: Te quidem, Domine, omni tempore, sed in hac potissimum die (in hoc potissimum) gloriosius praedicare, cum Pascha nostrum immolatus es Christus. Ipse enim verus es Agnus, qui abstulit peccata mundi. Qui mortem nostram moriendo destruxit, et vitam resurgendo reparavit. Et ideo cum Angelis et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque omni militia caelestis exercitus, hymnum gloriae tuae canimus, sine fine dicentes:   Sanctus, Sanctus, Sanctus, etc.   Verdaderamente es digno y justo, debido y saludable, que en todo tiempo, Señor, te alabemos; pero principalmente con mayor magnificencia en éste, en que Jesucristo inmolado es, nuestra Pascua. Porque El es el verdadero Cordero que quita los pecados del mundo. El cual muriendo, destruyó nuestra muerte, y resucitando, reparó nuestra vida. Por esto, con los Ángeles y Arcángeles, con los Tronos y Dominaciones, y con toda la milicia del ejército celestial, can tamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo, Santo, Santo, etc.
   COMMUNIO  Cantáte Dómino, allelúja: cantáte Dómino, et benedícite nomen ejus: bene annuntiáte de die in diem salutáre ejus, allelúja, allelúja.   Comunión. -  Cantad al Señor, aleluya: cantad al Señor y bendecid su nombre: pregonad con gusto un día y otro día la manera como nos ha salvado, aleluya, aleluya.
Oración-Postcomunión
     POSTCOMMUNIO -   Tríbue nobis, Dómine, cæléstis mensæ virtúte satiátis: et desideráre quæ recta sunt, et desideráta percípere. Per Dóminum.    Concédenos, Señor, a los que hemos sido saciados con el alimento de la mesa celestial, la gracia de desear lo que es justo y bueno y de saborear eso mismo que deseamos. Por Jesucristo Nuestro Señor.  



  • (1) Sin Dios no podemos pensar ni obrar rectamente, pero, inspirados por Él y por Él dirigidos, podemos elevarnos hasta el Cielo y aspirar hasta el heroísmo. Sin Dios nada, con Dios todo. ¡Qué bofetón a la suficiencia humana!
  • (2) Pedir a Dios algo en nombre de Jesucristo, su Hijo, es, en primer lugar, poniéndolo a Él como mediador, y, en segundo lugar, apoyando nuestra oración en sus méritos y en los derechos de hijos de Dios que Él nos ha conquistado; pues en Cristo y por Cristo somos lo que somos y aspiramos a la gloria del Cielo. Pedir en nombre de Jesucristo es también pedir teniéndolo a Él con nosotros, por el estado de gracia; pedir cosas buenas y conducentes a nuestra salvación; pedir con fe y confianza; pedir, en fin, razonable y filialmente.
  • (3)Alude a las ofrendas de pan, vino, aceite, etc., y hasta dinero, que los antiguos hacían en el Ofertorio, en señal de gratitud. Así se unían todavía más personalmente al sacrificio del altar.

05/V SAN PÍO V, Papa y Confesor

05 de Mayo
SAN PÍO V
, Papa y Confesor

Haga cada cual la oferta conforme lo ha resuelto en
su corazón, no de mala gana, o como por fuerza;
porque Dios ama al que da con alegría.
(2 Corintios, 9, 7).

   Este santo Papa desplegó un celo constante por la propagación de la religión, una valentía infatigable por el restablecimiento de la disciplina eclesiástica, una vigilancia asidua para la extirpación de la herejía, una caridad inextinguible por el alivio de los pobres y una fuerza invencible en el sostenimiento de los derechos de la Santa Sede Apostólica. Por revelación conoció la victoria obtenida contra los turcos en Lepanto. En esta memorable ocasión fue cuando mandó añadir a las letanías de la Virgen, la invocación: Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros.

MEDITACIÓN SOBRE
LA ALEGRÍA ESPIRITUAL

I. Servid a Dios con alegría y no con tristeza. Esta alegría contribuye a la gloria de Dios, porque los hombres alaban su bondad cuando a sus servidores los ven alegres, aun en medio de sus austeridades. Los incita a la virtud, haciéndoles ver que no es tan difícil de practicar como se lo imaginan. Resúltanos ventajosa también a nosotros y mucho, porque con ella no se siente el peso de una carga, que se lleva con ganas. Alégrate, pues, en Nuestro Señor, a fin de que todos los que te vean conozcan que lo sirves de corazón y no por fuerza.

II. Para desterrar la tristeza de tu corazón, destierra de él el pecado, purifica tu conciencia. Por el pecado entraron todos los males en el mundo y la tristeza en nuestra alma. Aun cuando la pureza de conciencia no produjese otro fruto que esta alegría de corazón que la acompaña, estaría ya suficiente mente recompensada, tal como el solo pensar de una mala conciencia es ya un castigo del crimen. Nada, es más triste que la ventura de los malvados. (San Agustín).

III. Para conversar y aumentar esta alegría, piensa en Dios y en el paraíso. Dios ve tus trabajos. Él te prepara una corona de gloria. Que esta alegría se refleje en tu rostro y en tus palabras. Sabe que la virtud no tiene enemigo mayor que la tristeza, y que no tenemos armas más poderosas para repeler a nuestros enemigos y para sus golpes, que la alegría que se tiene en Dios. (San Juan Crisóstomo).

La alegría espiritual
Orad por los que están tristes.

ORACIÓN

   Oh Dios, que para destruir a los enemigos de la Iglesia y restaurar el culto divino, elevasteis al bien aventurado Pío al sumo pontificado, haced que protegidos por su intercesión, de tal modo nos adhiramos a vuestro servicio que, triunfando de las emboscadas de todos nuestros enemigos, gocemos de inalterable paz. Por J. C. N. S. Amén.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

04/V SANTA MÓNICA, Viuda

04 de Mayo

SANTA MÓNICA, Viuda

  Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, llorad por
vosotras mismas y por vuestros hijos.

(Lucas, 23, 28).

   Santa Mónica, madre de San Agustín, derramó tantas lágrimas y oró a Dios con tanto fervor por la conversión de su hijo, que vio realizarse la palabra de San Ambrosio que le aseguró que un hijo de tantas lágrimas no podía perderse. Siguió a su hijo por todas partes para exhortarlo a que renunciara a sus desórdenes y a la herejía de los maniqueos. Cuando por fin lo vio convertido, exclamó: Ahora moriré contenta, hijo mío, porque ya nada me queda por desear en la tierra. Murió en el año 387.

MEDITACIÓN ACERCA DE
 DE LA PRIVACIÓN
DE CONSUELOS ESPIRITUALES

I. Dios permite, algunas veces, que sus elegidos queden privados de consolaciones al punto de no encontrar descanso ni en la oración. No te asombres de este triste estado: Dios lo ve y lo permite, y a me nudo es su autor. ¿Jesucristo no fue, acaso, sumergido en esta tristeza mortal en el Huerto de los Olivos y en la cruz, cuando dulcemente se quejaba de que su Padre lo hubiera abandonado?  Cuando estés en este estado de desolación, resígnate generosamente a la voluntad de Dios, y resuélvete a sufrir por todo el tiempo que a Él le plazca. Reza con humildad, continúa tus ejercicios de piedad: si los haces con menos gusto y consuelo, los harás con más mérito.
   
II. Cuando Dios permite que así seas privado de todo consuelo, Él lo hace, ya para castigar tu tibieza, ya para darte a entender que la devoción sensible, que antes tenías, era un don de su pura bondad; o para hacerte estimar las consolaciones, que menos preciarías si fueran continuas; o, en fin, para darte ocasión a que adquieras mayores méritos. Busca, pues, con santa diligencia, al Esposo de las almas. Se oculta cuando se lo busca, a fin de que, no encontrándolo, se redoble el ardor. (San Gregorio).
  
III. Para salir cuanto antes de este lastimoso estado, examina seriamente qué motivo diste a Dios para que te abandonara, e implora su perdón. Humíllate ante su adorable Majestad, reconociendo que eres indigno de sus mercedes; y en vez de desanimarte redobla tu fervor, busca a Dios con mayor empeño, y dile de todo corazón: Señor, que sois la alegría de mi alma, ¿por qué volvéis vuestro rostro? ¿Dónde estáis, bien mío, dónde os encontraré? (San Agustín) .

La paz
Orad la buena educación de la juventud.

ORACIÓN
   Oh Dios, consuelo de los afligidos y salvación de los que en Vos esperan, que bondadosamente recibisteis las lágrimas que Santa Mónica vertió por la con versión de su hijo Agustín, concedednos, por la intercesión de ambos, la gracia de llorar nuestros pecados y gustar las verdaderas alegrías del espíritu. Por J. C. N. S. Amén.




*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

03/V SAN ALEJANDRO I, Papa y Mártir | SANTOS EVENCIO Y TEÓDULO, Mártires

03 de Mayo

SAN  ALEJANDRO I, Papa y Mártir
SANTOS EVENCIO Y TEÓDULO,
Mártires


   San Alejandro I, Papa y mártir, fue natural de Roma, e hijo de un ciudadano romano llamado también Alejandro. Sucedió en la silla pontifical al Sumo Pontífice Evaristo, el año 107. Fue Alejandro en la santidad admirable, y en la fe, constancia y celo muy esclarecido. Era mozo de treinta años cuando comenzó a gobernar la Iglesia; pero su vida y doctrina suplían bien el defecto de su edad.

   Convirtió con su predicación y trato celestial a muchos senadores y gran parte de la nobleza de Roma, y entre ellos a un prefecto llamado Hermes, con toda su casa y familia, que fueron en número de mil doscientas cincuenta personas, por lo cual fue preso por mandato de un gobernador llamado Aureliano; y echado en la cárcel, hizo muchos y grandes milagros entre los cuales fue uno, que estando en ella aherrojado, vino a él de noche un niño con una hacha encendida en sus manos, que le dijo: "Sígueme Alejandro; y habiendo hecho oración, y entendido que era el Ángel del Señor, le siguió, sin que las paredes, ni puertas, ni guardias le impidiesen la salida de la cárcel; y el niño le guió hasta la casa de Quirino, tribuno, en la cual estaba preso Hermes, que deseaba mucho verse con San Alejandro, y había prometido a Quirino que por más que estuviese preso vendría a su casa.

   Cuando se vieron se abrazaron los dos santos mártires, y derramaron muchas lágrimas de consuelo, animándose el uno al otro a padecer por Jesucristo. Esto espantó mucho al tribuno Quirino; el cual había oído algunas razones a Hermes, y el modo con que él se había convertido a la fe de Cristo, y visto que San Alejandro con el tacto de sus cadenas había sanado a una hija suya llamada Balbina, que estaba gravemente enferma de lamparones, se convirtió también él a la fe de Jesucristo con su hija y todos los presos que estaban en la cárcel; y el Santo Pontífice Alejandro mandó a Evencio y a Teódulo, sacerdotes, que habían venido de Oriente, que los bautizasen.

   Vino esto a noticia de Aureliano; enojóse sobre manera, y habiendo mandado atormentar a los que en la cárcel se habían bautizado, mandó traer delante de sí a Alejandro con los dos presbíteros Evencio y Teódulo, y después de haber entre ellos mediado algunas palabras, dijo Aureliano: Dejémonos de pláticas, y tratemos de lo que hace el caso; e hizo que los verdugos desgarrasen a Alejandro, y le extendiesen en el potro, y atormentasen con uñas aceradas sus carnes, y quemasen los costados con hachas encendidas. En este tormento estaba callado; y le preguntó Aureliano: ¿Por qué callas? ¿Por qué no te quejas?; respondió Alejandro: Cuando el cristiano ora, con Dios habla.

   Por el mismo tormento pasaron Evencio y Teódulo. Era Evencio de 81 años, y se había bautizado de 11, y ordenado sacerdote de 20; y como los Santos Mártires con los tormentos creciesen en la fe y amor de Dios, y Aureliano no podía ablandarlos a su voluntad, mandó encender un horno y echar en él a Alejandro y Evencio, y a Teódulo poner a la boca de él, para que viendo como se abrazaban y temiendo semejante castigo, sacrificara a los dioses; pero Teódulo no sólo no se espantó por ver en el fuego a sus santos compañeros, antes encendido del amor divino se dejó caer con ellos, que desde el horno le llamaban, y le decían que allí donde estaban no había dolor ni tormento, sino refrigerio y holganza; y así fue, porque las llamas no los dañaron, antes salieron del horno más resplandecientes, como el oro sale del crisol.

   No se ablandó con este milagro el duro y rebelde corazón del tirano, antes mandó degollar a Evencio y Teódulo, y con unas leznas de acero muy agudas punzar, atravesar por todos los miembros de su cuerpo a Alejandro, para que muriera más cruelmente; y tras este tormento, siendo degollado dio su bendita alma a Dios el día 3 de mayo del año 115, imperando Adriano, el cual por haber sido apoderado de Trajano, se llamó Trajano Adriano, lo que motiva que algunos autores, engañados de la semejanza del nombre, escriban que fuese martirizado en el tiempo de Trajano.

   Los cuerpos de San Alejandro y sus compañeros fueron enterrados fuera de la ciudad en la vía Nomentana, a siete millas de Roma, y después se trasladaron a la Iglesia de Santa Sabina, que es convento de los Padres de Santo Domingo.

   Fue Alejandro celocísimo del culto divino: ordenó que en la Misa se consagrase pan sin levadura, para denotar la puridad del Santísimo Sacramento y por imitar a Cristo Nuestro Señor, que en la institución de este sagrado ministerio, la noche de la cena, así lo hizo. Dio por ley que en la consagración del cáliz se mezclase una poca de agua con el vino, para significar la unión de Cristo con su Iglesia, y representar la Sangre y el agua que salieron de su costado.

   Y cuando decimos que San Alejandro ordenó estas ceremonias sagradas, no queremos dar a entender que él las instituyó de nuevo, porque los Apóstoles las usaron, sino lo que ellos aprendieron de Cristo, y enseñaron a la Iglesia, este Santo Pontífice lo aprobó y estableció con sus cánones.

   Mandó que ningún clérigo pudiese decir más de una Misa cada día. Pronunció excomunión contra los que impidiesen a los legados apostólicos que puedan hacer lo que el Sumo Pontífice les fuere mandado. Celebró tres veces órdenes en el mes de diciembre, y en ellas consagró cinco obispos, seis presbíteros y dos diáconos. Escribió tres epístolas, que se hallan en el primer tomo de los Concilios, de los cuales se sacan los decretos y ordenaciones que hemos referido, y otra muy importante de bendecir el agua con sal, y con las ceremonias que hoy día celebra la Iglesia, y tenerla en los templos, casas y aposentos contra las tentaciones y asechanzas de los demonios, que continuamente nos persiguen e infestan: la cual costumbre ha preservado en la Iglesia Católica desde sus principios, y el Señor ha hecho innumerables milagros de muchas y diversas maneras por medio del agua bendita, sanando todo género de enfermedades, apagando fuegos e incendios, sosegando las tormentas del mar y temblores de la tierra, y tempestades del aire, y rayos del cielo, y librando las almas y cuerpos de los demonios.

03/V INVENCIÓN O HALLAZGO DE LA SANTA CRUZ

03 de Mayo

INVENCIÓN O HALLAZGO DE LA SANTA CRUZ


Quien no carga con su cruz
y me sigue no es digno de mí.
(Mateo, 10,38)

   El emperador Constantino había visto una cruz en el cielo, en la cual estaban escritas estas palabras: IN HOC SIGNO VINCES (CON ESTE SIGNO VENCERÁS); en efecto, derrotó totalmente al tirano Majencio. Santa Elena, su madre, en agradecimiento de este favor, dispuso se hiciesen búsquedas en Jerusalén para dar con la verdadera cruz. Descubriéronse tres. Un milagro dio a conocer con certeza cuál era aquélla de la que pendiera el precio de nuestra redención. La santa hízole construir un templo magnífico. Hoy celebra la Iglesia el hallazgo o invención de este adorable tesoro.

MEDITACIÓN SOBRE TRES CLASES DE
 PERSONAS QUE ENCUENTRAN LA CRUZ

I. Algunas personas se empeñan en evitar las cruces, pero sin poder lograrlo: son los pecadores y los voluptuosos. Siempre en busca de placeres, no encuentran en su camino sino tristeza y aflicción de espíritu. ¿Por qué esto? Porque el hombre que no busca a Dios jamás está contento; sus deseos y sus pasiones lo atormentan, Y Dios mismo se complace en enviarle sufrimientos para desasirlo de las creaturas y volverlo a Él. El pecador no puede ser dichoso, porque donde no hay virtud no hay verdadera dicha. (Salviano).

II. Otros hay que buscan las cruces y las mortificaciones y que, en efecto, las encuentran. Es lo que sucede a los que comienzan a servir a Dios; no tienen todavía bastante valor ni suficiente amor de Dios que les haga encontrar dulces y agradables las aflicciones: sienten aún las asperezas y la amargura ¡dichosos si continúan en este arduo ejercicio de la mortificación sin desanimarse!

III. Las almas santas buscan las cruces con diligencia, pero no las encuentran. San Francisco Javier las deseó en aumento progresivo; pidió Santa Teresa padecer o morir; y, como San Pablo, superabundaron de gozo en medio de sus aflicciones. Es que el prolongado sufrimiento, su amor a Dios y el consuelo que el Señor difunde en sus almas, los hace felices en este mundo mientras ellos buscan la felicidad del cielo. Persiguen la dicha y ya son dichosos; la buscan y ya la encontraron. (San Euquerio).

-EL AMOR A LA CRUZ-

Orad por los infieles.

ORACIÓN

   Oh Dios, que en el hallazgo maravilloso de vuestra cruz salutífera, habéis renovado los milagros de vuestra Pasión, haced que adquiramos, por el valor este árbol de vida, la recompensa de la vida eterna. Por J. C. N. S. Amén.

   

*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

02/V SAN ATANASIO, Obispo y Doctor

02 de Mayo

SAN ATANASIOObispo y Doctor


Dichosos seréis cuando los hombres por mi causa
os maldijeren, y os persiguieren, y dijeren con
mentira toda suerte de mal contra vosotros.

(Mateo, 5,11).

   San Atanasio, obispo de Alejandría, por tres veces fue depuesto de su sede episcopal por los arrianos; fue calumniado, desterrado y perseguido por cuatro emperadores. Volvió no obstante, a Alejan dría habiendo triunfado sobre los enemigos de la fe y, algún tiempo después, se fue al cielo a recibir la recompensa de 46 años de persecución sufridas por Jesucristo. Murió en el año 373. 

MEDITACIÓN
SOBRE LAS PERSECUCIONES
   
I. Dios permite que sus más fieles servidores sean probados por la persecución, sea para castigar los por alguna falta leve o para volverlos más vigilantes, sea para acrecentar su corona o impedir que la prosperidad los pierda. En las pruebas, Dios siempre busca su gloria y el bien de nuestras almas; no te quejes, pues, sino agradécele. Dios te envía males porque has despreciado bienes. Reconoce en sus golpes al que no reconociste en sus regalos. (San Cipriano).
  
II. En todas las acusaciones que se dirijan contra ti, mira si cometiste las faltas que se te reprochan. Si eres culpable, pide perdón a Dios; entristécete, no de haber sido acusado, sino de haber, con tus faltas, dado motivo a la acusación. Agradece a Dios de que se sirva de la mano de tu adversario para punzarte el absceso que tú hubieras ahogado.
   
III. Si eres inocente de la falta que se te imputa, si hasta eres perseguido por una acción buena, agradece a Dios, regocíjate de que te haga sufrir por la justicia. No te afanes en justificarte, tarde o temprano lo hará Dios. A menudo un padre hace castigar a sus hijos por intermedio de malos servidores, sin embargo prepara una prisión para éstos y reserva la herencia para aquellos. (San Agustín).   

La paciencia
Orad por los perseguidos
a causa de su justicia.

ORACIÓN
   Os suplicamos, Señor, escuchéis las oraciones que os dirigimos en la solemnidad de vuestro confesor pontífice San Atanasio, a fin de que los méritos y la intercesión de quien dignamente os ha servido nos obtengan el perdón de nuestros pecados. Por J. C. N. S. Amén.



*Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)

01/V SANTOS FELIPE Y SANTIAGO EL MENOR, Apóstoles

01 de Mayo

SANTOS FELIPE Y SANTIAGO EL MENOR,
Apóstoles


SAN FELIPE
SANTIAGO EL MENOR

  A vosotros os he llamado amigos; porque os he hecho
saber cuanto oí de mi Padre.

(Juan, 15, 15).

   Tanto San Felipe cuanto Santiago tuvieron el honor de ser apóstoles de Jesucristo, de predicar su Evangelio y de morir por la fe. Felipe fue quien llevó a Natanael a Jesucristo. Después de la Ascensión trasladóse a Escitia, donde fue crucificado después de haber convertido a gran número de bárbaros.
   Santiago, primo del Señor, fue tan venerado entre los judíos, que se tenían éstos por dichosos con sólo tocar el borde de su manto. Fue precipitado desde lo alto del templo de Jerusalén porque predicaba a Jesucristo.

MEDITACIÓN
SOBRE LA VIDA DE LOS
APÓSTOLES FELIPE y SANTIAGO
 
   
I. Estos santos tuvieron el honor de ser llama dos al apostolado, de predicar el Evangelio y derramar su sangre por Jesucristo. Obedecieron al llamado de Dios, correspondieron a sus gracias e imitaron los padecimientos de su Maestro. Dios te llama a ti desde hace tiempo, oyes su voz y, sin embargo, no le obedeces. Muchas ocasiones te proporciona de trabajar y de sufrir por Él, ¿cómo las aprovechas? Si los bienaventurados pudiesen en el cielo tener algún pesar, provendría de haber perdido muchas ocasiones de acrecentar su corona sufriendo por Jesucristo.
   
II. Apenas convertido San Felipe, ya quiso hacer participar a Natanael de su dicha llevándole a Jesús. ¿Puedes de algún modo trabajar tú en la salvación a el prójimo? Hazlo. Comparte con tus amigos, tus parientes y domésticos, los buenos sentimientos que Dios te inspira. ¿No es acaso lo contrario de lo que haces? ¿No escandalizas a tu prójimo con tus palabras y tu mala vida?
   
III. Santiago era tenido por santo aun por aquellos mismos que lo mataron; sus oraciones, su austeridad, su modestia, y tantas otras virtudes le valieron el sobrenombre de Justo. ¿De qué estima gozas tú ante los hombres? ¿Qué se dice de ti? Pregúntalo a tus amigos; oye aun lo que te reprochan tus enemigos, para corregirte. Mas, antes que nada, considera cuál es tu situación al respecto frente a Dios. Si los hombres no te condenan, tal vez lo hace tu con ciencia, porque nadie puede huir de sí mismo. (San Bernardo).

El deseo de la santidad
Orad por la propagación
de la fe.

ORACIÓN
   Oh Dios, que todos los años nos proporcionáis un nuevo motivo de gozo en la festividad de San Felipe y Santiago, vuestros Apóstoles, haced, os lo suplicamos, que al mismo tiempo que nos regocijamos con sus méritos aprovechemos sus ejemplos. Por J. C. N. S. Amén.



*
Santoral de Juan Esteban Grosez, S.J. Tomo II, (Ed. ICTION, Buenos Aires, 1982)
(1)Patronos principales del Uruguay y Titulares de la Iglesia Catedral de Montevideo.

INTRODUCCIÓN

Acerca de la Santa Misa